Y esta es la visita de inspección nocturna de los abuelos Hogarin a su nueva casa de invitados colindante a su chalet.
Aunque el quisquilloso abuelo Hogarin parece que ha encontrado algún inconveniente en el resultado final de la flamante y moderna construcción...
Y ademas de la poca intimidad a la hora de hacer sus necesidades aun tiene una queja mas que nos desvela a la mañana siguiente...
Solución? De momento los invitados tendrán que traerse sus sacos de dormir. Nada mas divertido que pasar una noche de acampada en el tierno césped a la luz de la luna y las estrellas, amenizada con música de guitarra y un buen tocadiscos, ¿verdad...? (eso si no les llueve)